viernes, 4 de diciembre de 2009

el habla


La ética de la palabra


Sobre el acto de hablar, su esencia, las formas de hablar y como sabremos que lo hicimos correctamente.

Una de las actividades más comunes, o la más común es el hablar. Deberíamos investigar, ¿por que a los humanos nos gusta hacerlo?
¿Por qué razón el judaísmo es tan exigente con respecto a las palabras que sacamos de nuestra boca?, por ejemplo cuando nos ordena cumplir sin “rebajas”, el imperativo: “No debe profanar su palabra sino deberá cumplir todo lo que haya dicho (Bamidbar 30:3).
Acaso no exageró el rey Salomón cuando dijo: “La muerte y la vida están en el poder de la lengua” (Mishle 18:21).

Cuando la Torá describe la creación de Adam, el primer hombre, lo hace llamándolo “ser viviente”, y esto nos causa asombro, porque también a los animales la escritura los define como tal (Bereshit 21:24). Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el hombre y los otros seres vivientes?
Onkelos, en su comentario, en idioma arameo, explica que “Ser viviente” se refiere a que el hombre es “un espíritu parlante”, pero también esta explicación, pide una aclaración, ya que también los animales “hablan”, cuando sacan voces y sonidos de su garganta, entonces, ¿cuál es la diferencia básica, entre estas clases de petróleo?
Rashi, Rabí Shlomo Itzjaki nos ayuda a comprender el problema: “También bestias y animales herbívoros son denominados “Nefesh” (alma), pero la más viviente es del hombre, puesto que a ella se le añadió, el conocimiento y el habla” (Idem).

El hombre poseedor de la sabiduría.
El hombre deberá conectar, esta sabiduría abstracta con la realidad limitada de este mundo, con el conocimiento por medio del habla .Por eso el miembro central en el cuerpo del ser humano, que por su intermedio aparece el habla, es la lengua, que de un lado es un miembro interno, y por otro tiene la capacidad de salir fuera del espacio interior del cuerpo, al sacarlo de la boca, conectándose con el mundo concreto.

El discurso, que no es resultado de la sabiduría, no es humano, sino un acto animal.
De esto aprendemos una importante enseñanza:
Cuando queremos hablar, debemos poner en claro, cual es la fuente de este hablar. Si este proviene de un mundo de sabiduría y pensamiento, y tiene una verdadera utilidad – lo pronunciaremos pero si esta conversación, es espontánea, que aparece como un torbellino, sin que la antecediera pensamiento alguno – mejor haremos en callarnos.
Cierto que es difícil hacerlo día a día, hora tras hora, y durante toda la vida.

Según esta explicación, podemos aclarar lo escrito en Tratado de Principios (Pirke Avot Cáp. 1 Mishná 11): “Los sabios sean cuidadosos con vuestra palabra”
¿Acaso solo los sabios deben ser cuidadosos con sus palabras?, ¿y el resto de la gente?. Viene la Mishná a enseñarnos que el hablar tiene que ser consecuencia de la sabiduría, entonces será de utilidad, y si no, mejor será callar.
Pero todavía tenemos que aclarar, como sabremos cuál es el habla que proviene de la sabiduría, y cuál es aquel del cual debemos cuidarnos y evitarlo.
La respuesta la encontramos en Rabí Moshé ben Maimón (Rambam) en su comentario del Tratado de Avot citado con anterioridad, y estas son sus palabras: “Y yo, digo que el habla se divide, según nuestra Torá en cinco partes: El hablar que trata de una Mitzvá (precepto de buena acción). El hablar prohibido, el hablar repulsivo, el hablar amado y el hablar permitido”

La primera parte; es el hablar de Mitzvá y es la lectura de la Torá, y su estudio, es un precepto positivo “Y hablarás en ellas, como todos los otros preceptos a los cuales estamos obligados a cumplir.

La segunda; es la forma de hablar prohibida, a la cual nos previno la Torá, como el testimonio falso, el chisme, la delación y la maldición, malas palabras y “Lashon hará” (maledicencia).

La tercera; es el hablar despectivo (repulsivo), sin fin positivo; como todas aquellas conversaciones vulgares, sobre cosas que sucedieron, o personas, la forma de conducirse de fulano de su espacio, o cual fue la causa de la muerte de mengano, o la riqueza de fulano, y estas son calificadas como conversaciones banales, y las personas de buen nivel, trataran de dejar a un lado estas habladurías, y está escrito que Rav, el alumno de Rabí Jiya, no mantuvo una conversación trivial en su vida”.

Es importante acentuar que esta forma de hablar, es frecuente entre las personas. La mayoría de los medios de comunicación escrita y electrónica, se nutre de esta, fruto de la curiosidad, sin que aquellos tengan algún uso productivo.
De estas debemos acostumbrarnos a cuidarnos mucho, porque es un hablar repulsivo.

La cuarta, es una forma de hablar agradable, que trata sobre las buenas costumbres, cualidades intelectuales, y buena actitud, desaprobando las malas cualidades; hay quienes clasifican a esta forma de hablar, como el estudio de cualidades superiores y el alejamiento de las malas cualidades.

La quinta, es la forma de hablar permitida, la cual utiliza la persona para el sustento: la comida, la bebida, su vestimenta y todo lo que necesitan y en esto no hay amor, ni desaprobación.
Maimónides resume sus palabras diciendo que “Esta parte, la forma de hablar permitida, alabado será el hombre si la utiliza en pequeña medida, pero el hablar prohibido y el hablar despreciable, no se debe hacer, para que la persona se calle y no lo utilice de ninguna manera, pero el hablar sobre los preceptos, y lo que es querido y amado, podrá utilizarlo el hombre toda su vida, y esta sea la meta y la finalidad.

Tenemos ante nosotros, un gran objetivo para alcanzar, que exprese toda nuestra personalidad y si no, hicimos profanar nuestra misión, y esencia fijada en la creación divina como ya definió el Rabino Kuk (ver Aya, Shabat 1, 198), “La fuerza de la palabra, es una gran fuerza espiritual”

Si quieres hacer algún donativo para que podamos compartir siempre muchas enseñanzas de la Torá y nuestros sabios, con gusto pueden hacerlo a través de paypal a shirleydobin@gmail.com, o a la cuenta en México a nombre de Shirley Dobin Rosenthal banco HSBC: 4012921490 clabe de transferencia 021180040129214908
Si tienes una duda o quieres contactarme solo llamame 04455-50324562
a lo mejor puedo ayudarte
Lic. Shirley Dobin Rosenthal
Si tienes una duda o quieres contactarme

solo llamame 04455-50324562
Shirley Dobin Rosenthal

a lo mejor puedo ayudarte