domingo, 6 de diciembre de 2009

cuidado de la naturaleza

El cuidado de la naturaleza 1. - Cuando te encuentres en la Naturaleza evita que se note tu presencia, pasa desapercibido.

No alteres la calma del entorno que visitas con una actitud inadecuada.

Evita hablar muy alto.

Respeta las costumbres e intimidad de los habitantes del lugar .

2. - La conservacion y el cuidado de la flora y fauna, así como del entorno natural deben estar siempre por encima de tu disfrute personal y de cualquier afición personal que puedas llevar a cabo por muy importantes que sea esta, no recojas objetos o muestras , ni por supuesto recojas souvenirs.

3. - Sé solidario con la Naturaleza.
Ayuda a recuperar un espacio natural contaminado o conducir un animal herido hasta un centro de recuperación.

Informa siempre a la administración competente de todo aquello que agreda al medio ambiente o que pueda resultar perjudicial para el mismo.

4.- Cuando estás en el medio eres un eslabón más de la cadena sobre la prevención de incendios y recuerda alertar de cualquier situación peligrosa para el medio ambiente de manera urgente.

5. - Los troncos caídos, las plantas muertas... hasta las piedras tienen un orden natural en el ecosistema que no debes alterar.

No alteres la Naturaleza.

Jamás des muerte a animales vivos, ni siquiera por tu afición.

No acoses a la fauna salvaje y no recolectes plantas de forma intensiva.

Toma fotografías o dibuja en un cuaderno en lugar de recoger muestras.


6. - No será más limpio el que más recoge, sino el que menos ensucia.

Por ello deja el lugar por donde pasas como si jamás hubiese estado nadie.

Llévate incluso la basura biodegradable y deposítala en un contenedor de basura.

7. - Si encuentras un nido, una madriguera u otra presencia de cría animal durante tus actividades en la Naturaleza, no atentes contra ellos, no intentes acceder a estos y evita su divulgación por seguridad de los mismos.

8. - Antes de acceder a un espacio natural protegido obtén toda la información que precises sobre itinerarios y recorridos que están permitidos en la zona.

Nunca acampes en zonas que no hayan sido destinadas a tal fin, gestionando siempre el permiso correspondiente.

El acampar en zonas elegidas aleatoriamente puede suponer un gran impacto ecológico, en ocasiones irreparable.

9. - El patrimonio histórico, arqueológico y paleontológico son igualmente importantes.

Nunca recojas ni toques ningún resto de este tipo, e informa inmediatamente a las autoridades competentes de la existencia de un posible hallazgo.

10. - Cuando salgas por zonas rurales, respeta los cultivos y propiedades ajenas.

No molestes al ganado o animales que encuentres en la zona.

No cojas frutas, ni productos agrícolas de las zonas de cultivo.

11.- Una conversación amable con los lugareños te permitirá acceder a la mejor fuente de datos sobre la naturaleza del lugar.

12.- No te salgas de los senderos establecidos.

No cojas atajos, ni abras rutas nuevas.

Todo ello erosionará la zona por la que caminas.

13. En tus salidas debes de llevar todo el material necesario y adecuado aunque pienses que no se van a utilizar.

Nunca se sabe lo que puede ocurrir, y las actividades se pueden siempre prolongar, o puede surgir algún imprevisto donde tu material sea indispensable.

Todo ello puede influir en tu seguridad personal, en la de tus compañer@s y en la del medio.


Si quieres hacer algún donativo para que podamos compartir siempre muchas enseñanzas de la Torá y nuestros sabios, con gusto pueden hacerlo a través de paypal a shirleydobin@gmail.com, o a la cuenta en México a nombre de Shirley Dobin Rosenthal banco HSBC: 4012921490 clabe de transferencia 021180040129214908
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La naturaleza

El Cuidado de la naturaleza:


Nuestra más frecuente relación en verano con la naturaleza y el más alto riesgo de deterioro de la misma por el fuego, la contaminación y otros factores, nos obligan a una especial consideración y a una llamada de atención sobre nuestro comportamiento con la misma.
El cuidado de la naturaleza y del medio ambiente no es sólo cuestión de aficiones, medio de vida para unos pocos o una moda como otra cualquiera, que pasa.
Es una obligación de todos y una responsabilidad en relación con los demás y con las generaciones siguientes, porque la relación del hombre con el medio ambiente y sus deberes están íntimamente relacionados con el desarrollo.
La sobre el medio ambiente parte de una de las primeras verdades de toda fe; al saber, que D..s ha creado el mundo para nosotros todo el género humano.
Todos los hombres y mujeres de todas las épocas y lugares tenemos el derecho, la obligación y la vocación de cuidar la naturaleza, cultivarla, hacerla producir, usar sus recursos, compartirlos con la presente y con las futuras generaciones y agradecer y alabar a D..s por estos dones.
Los dos vicios que se oponen a esta doctrina son: Por una parte, la consideración de la naturaleza como un tabú intocable, cuando D..s la ha creado para el servicio del hombre y no al revés. Por otra parte, el abuso egoísta, irresponsable e insolidario de los recursos de la naturaleza.
Su uso representa para nosotros una responsabilidad para con los pobres, las generaciones futuras y toda la humanidad.El correcto uso de la naturaleza no se consigue sólo con medios técnicos.
Es necesario un cambio efectivo de mentalidad, un nuevo estilo de vida, frente al de tantas personas hoy dominadas por el hedonismo y el consumismo.
En esta época se ve en la necesidad de una ecología humana, porque parte del principio de que también la persona humana pertenece a la naturaleza; más aún, es la destinataria de sus recursos.
Por otra parte, los comportamientos humanos influyen positiva o negativamente en la naturaleza. Lo vemos claro en el caso de las guerras, el acaparamiento de recursos, como el agua, la energía, las materias primas…
«Para salvaguardar la naturaleza no basta intervenir con incentivos o desincentivos económicos, y ni siquiera basta con una instrucción adecuada. Éstos son instrumentos importantes, pero el problema decisivo es la capacidad moral global de la sociedad.
Si no se respeta el derecho a la vida y a la muerte natural, si se hace artificial la concepción, la gestación y el nacimiento del hombre, si se sacrifican embriones humanos a la investigación, la conciencia común acaba perdiendo el concepto de ecología humana y con ello de la ecología ambiental…
La naturaleza es indivisible, tanto en lo que concierne a la vida, como a la sexualidad, el matrimonio, la familia, las relaciones sociales, en una palabra, el desarrollo humano integral». “La tenemos una responsabilidad respecto a la creación y la debemos hacer valer en público. no sólo debe defender la tierra, el agua y el aire como dones de la creación que pertenecen a todos.
Debe proteger sobre todo al hombre contra la destrucción de sí mismo...
El sistema ecológico se apoya en un proyecto que abarca tanto la sana convivencia social como la buena relación con la naturaleza”
.Es necesario que todos nos decidamos a establecer una especie de alianza con el medio ambiente, que nos lleve a usar y tratar a la naturaleza responsablemente, de modo que dejemos a las próximas generaciones una tierra habitable y cultivable.

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Animos


Te invito a leer esto y quizás desees compartirlo.

Lo primero que quiero decirte es que un mal momento nada tiene que ver con tu valor como persona.
Sin importar lo que sea que te atormenta, no olvides que a personas a quienes consideras muy valiosas también les ocurren cosas difíciles.
De hecho nadie está libre de sufrir.
Segundo: Todo llega a su final. ¡Incluso el dolor tiene un final o al menos un descanso! Cuando haya pasado este tiempo de dolor o angustia, vas a experimentar de nuevo paz en tu alma.
Tercero: El Universo te está enseñando algo.
¿Qué necesitas aprender?
Aprovecha esta etapa de dolor al máximo.
Es muy probable que se convierta en una fuente inmensa de inspiración y fortaleza para más adelante en tu vida.
Cuarto: No estás siendo castigado.
En el Universo no hay castigos. Hay resultados.
Sí, es probable que otros hayan influido para que tu vida este así ahora.
Pero es fundamental que te preguntes:
¿Qué reconozco que he hecho para llegar aquí?
¡Lo más importante es qué puedes hacer para cambiar o mejorar las circunstancias!
Piensa ahora mismo:¿Qué no has intentado? (así parezca tonto)
¿Qué se te ocurre que puedes hacer esta vez?
¿Es algo que nace de tu deseo de mejorar las cosas?¿Va a causar dolor tu intento?
No temas al dolor. Al fin y al cabo ahora es tu compañía mas frecuente.
Piensa qué es lo que puedes hacer que al fin y al cabo pudiera realmente ayudar a todos los involucrados.
¿Te da verdadera paz pensar en esa alternativa? ¿Crees que te va a dar paz interior en el futuro?
Quinto: Toma papel y lápiz. Haz una lista de lo que te ha sido quitado o negado. Léela. Siéntela. Si tienes tristeza y deseas llorar, hazlo.
Si tienes mucho enojo, agarra dos almohadas y ponlas una sobre la otra en el suelo.
Golpéalas sin misericordia, pero sin causarte daño, ni a ti mismo ni a nadie.
¡Expresa lo que sientes! No te culpes ni culpes a otros. No es cuestión de culpa. Es cuestión de responsabilidades.
Luego, cuando te desahogues, en lo posible toma una ducha fría .
Vuelve al lápiz y al papel.
En otra hoja de papel, escribe lo que consideras que te queda en la vida.
No escatimes. Anota tus amistades, el gato, tus zapatos favoritos, tu salud, tus sueños, las estrellas en la noche, la lluvia y el sol.
Tus seres queridos. Sus palabras y su silencio.
Ante todo: ¡te tienes a ti mismo! Quizás eres lo único que te queda.
Haz un pacto de amistad con el único Ser que te conoce realmente a fondo. Tú mismo.
Apóyate como apoyarías a quien amas mucho.
¿Sabes? No estás nunca solo.
Siempre te has tenido a ti mismo.
Los demás son la hermosa oportunidad que nos da la vida de aprender a amar, tolerar, aceptar, acoger, abrazar, acompañar, sentir, compartir, descubrir.
Escribe ahora algunos de tus sueños, anhelos.
¿Cuál crees que vale aún la pena?Comienza a hacer un plan para lograrlo.
Pronto te van a recordar como revisar y crear tu plan.
Te va a servir en momentos difíciles y en momentos agradables.
Quisiera que pienses que no estás solo...
Nunca estás solo. Te tienes a ti mismo, tienes la vida....
NUNCA OLVIDES
Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas.
Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no olvides las batallas que has ganado.
Olvida los errores que no puedes cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido ni lo tanto que enseñas.
Olvida los días en que has estado solo y triste, pero no olvides las sonrisas que has encontrado y las tantas que encontrarás.
Olvida los planes que fallaron pero NUNCA olvides que debes tener siempre un sueño
El anillo de compromiso
Un muchacho entró con paso firme a la joyería y pidió que le mostraran el mejor anillo de compromiso que tuviera.
El joyero le presentó uno.
La hermosa piedra, solitaria, brillaba como un diminuto sol resplandeciente.
El muchacho contempló el anillo y con una sonrisa lo aprobó.
Preguntó luego el precio y se dispuso a pagarlo.
¿Se va usted a casar pronto? - Le preguntó el joyero.
No - respondió el muchacho - Ni siquiera tengo novia.
La muda sorpresa del joyero divirtió al comprador.
Es para mi mamá - dijo el muchacho - Cuando yo iba a nacer estuvo sola; alguien le aconsejó que me matara antes de que naciera, así se evitaría problemas.
Pero ella se negó y me dio el don de la vida.
Y tuvo muchos problemas. Muchos.
Fue padre y madre para mi, y fue amiga y hermana, y fue mi maestra. Me hizo ser lo que soy.
Ahora que puedo le compro este anillo de compromiso.
Ella nunca tuvo uno. Yo se lo doy como promesa de que si ella hizo todo por mi, ahora yo haré todo por ella.
Quizás después entregue otro anillo de compromiso.
Pero será el segundo.
El joyero no dijo nada. Solamente ordenó a su cajera que hiciera al muchacho el descuento aquel que se hacía nada más a los clientes importantes.
Reflexión... Tenemos casas mas grandes, pero familias más chicas.
Tenemos más compromisos, pero menos tiempo.
Tenemos más medicinas, pero menos salud.
Hemos multiplicado nuestras fortunas, pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral.
Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría.
Con más comida, pero menos nutrición.
Son días en los que llegan dos sueldos a casa, pero aumentan los divorcios.
Son tiempos de casas más lindas, pero más hogares rotos.
No guardes nada "para una ocasión especial", porque cada día que vives es una ocasión especial.
Lee más, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas; pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos; come tu comida preferida; visita los sitios que ames.
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es sólo para sobrevivir.
Usa tus copas de cristal; no guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.
Las frases "Uno de estos días", "algún día", quítalas de tu vocabulario.
Escribamos aquella carta que pensábamos escribir "uno de estos días".
Digamos hoy a nuestros familiares y amigos cuánto los queremos.
Por eso no retardes nada que agregue risa y alegría a tu vida.
Cada día, hora, minuto, es especial.
Si estás tan ocupado y no puedes tomarte unos minutos para mandar este mensaje a alguien que tu quieras, y te dices a ti mismo que lo enviaras "uno de estos días", piensa que "uno de estos días" puede estar muy lejano, o puede que Tú no llegues nunca.

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Gratitud

Gratitud



Create buenos habitos, y ellos guiaran tu vida
De personas bien nacidas es ser agradecidas.
¿Cómo vivir mejor este valor?
Dicen que de todos los sentimientos humanos la gratitud es el más efímero de todos.
Y no deja de haber algo de cierto en ello.
El saber agradecer es un valor en el que pocas veces se piensa.
Ya nuestras abuelas nos lo decían
"de gente bien nacida es ser agradecida"Para algunos es muy fácil dar las "gracias" por los pequeños servicios cotidianos que recibimos, el desayuno, ropa limpia, la oficina aseada...
Pero no siempre es así.
Ser agradecido es más que saber pronunciar unas palabras de forma mecánica, la gratitud es aquella actitud que nace del corazón en aprecio a lo que alguien más ha hecho por nosotros.
La gratitud no significa "devolver el favor":
si alguien me sirve una taza de café no significa que después debo servir a la misma persona una taza y quedar iguales...
El agradecimiento no es pagar una deuda, es reconocer la generosidad ajena.La persona agradecida busca tener otras atenciones con las personas, no pensando en "pagar" por el beneficio recibido, sino en devolver la muestra de afecto o cuidado que tuvo.
¿Has notado como los niños agradecen los obsequios de sus padres? Lo hacen con una sonrisa, un abrazo y un beso. ¿De que otra manera podría agradecer y corresponder unos niños?
Y con eso, a los padres les basta.
Las muestras de afecto son una forma visible de agradecimiento; la gratitud nace por la actitud que tuvo la persona, más que por el bien (o beneficio) recibido.
Conocemos personas a quienes tenemos especial estima, preferencia o cariño por "todo" lo que nos han dado: padres, maestros, cónyuge, amigos, jefes...
El motivo de nuestro agradecimiento se debe al "desinterés" que tuvieron a pesar del cansancio y la rutina.
Nos dieron su tiempo, o su cuidado.
Nuestro agradecimiento debe surgir de un corazón grande. No siempre contamos con la presencia de alguien conocido para salir de un apuro, resolver un percance o un pequeño accidente.
¡Cómo agradecemos que alguien abra la puerta del auto para colocar las cajas que llevamos, o nos ayude a reemplazar el neumático averiado!
El camino para vivir el valor del agradecimiento tiene algunas notas características que implican:
- Reconocer en los demás el esfuerzo por servir
- Acostumbrarnos a dar las gracias
- Tener pequeños detalles de atención con todas las personas:
acomodar la silla, abrir la puerta, servir un café, colocar los cubiertos en la mesa, un saludo cordial...La persona que más sirve es la que sabe ser más agradecida.

La gratitud puede enriquecer tu vida más que un millón de dólares.
Para muchos sería fantástico ganar la lotería, poseer casas, carros y toda clase de lujos, pero todo eso no es suficiente.
Tú necesitas el adecuado estado mental para disfrutar la vida, tú necesitas gratitud.Tomar cada nuevo día como un regalo maravilloso es la experiencia más rica y no hay dinero que pueda comprarla.
Un día más es una oportunidad más para ver los árboles, el cielo, las montañas; para disfrutar una taza de cafe caliente, para ver tu programa favorito, para salir a pasear, para escuchar música, para bromear con tus familiares o amigos.
Ya seas una persona religiosa o no, el entender la vida como un obsequio te otorgará una actitud constante de agradecimiento, sosiego y armonía.Es una tentación pensar que la gratitud llega al tener todo lo que uno quiere. Es una engaño asumir que alcanzarás la felicidad si tienes dinero, una familia hermosa y quizás una casa en la playa, porque aun así tu sabes que hay gente que a pesar de poseer todo eso es ingrata e infeliz y sin embargo hay gente muy pobre llena de gratitud por lo poco que ellos tienen.
¿De dónde viene este sentimiento, cómo crear gratitud?...
El sentimiento de gratitud llega al mirar tu mundo de la mejor manera:


Con bondad, paciencia y perdón.

El estado espiritual de agradecimiento llega naturalmente al valorar a la gente y a las cosas en tu vida.
El sentimiento de gratitud es algo que tú puedes aprender y hacer crecer.
Detente, acércate y percibe el perfume de las rosas.
Tú no puedes estar agradecido por algo que no notas o que no disfrutas.
Necesitas inclinarte y apreciar a los seres y a las cosas que te acompañan, que te rodean.
No es necesario ignorar la fealdad en el mundo pero es imprescindible concentrarse en lo bueno, en lo positivo, en los seres queridos, en los amigos, en ti mismo, en lo que posees -aunque sea poco-.
Dar gracias es inherente a la verdadera apreciación.
Piensa y reflexiona continuamente en aquello bueno que te ha pasado.
Observa lo agradable que se desarrolla y toma forma en tu vida porque aun en medio de las tragedias que todos en algún momento enfrentamos siempre hay un hilo de luz, algo o alguien por quien sonreír.
Cuando el contar tus bendiciones se vuelve un hábito diario la gratitud te permitirá una experiencia más enriquecedora de la existencia.


Cuando bebas agua, recuerda la fuente.


Autor: Proverbio chino
Si la única oración que dijera en toda la vida fuera: !Gracias!, bastaría.Autor: Maestro Eckhart
Mendigo como soy, también soy pobre en agradecimientos.
Autor: William Shakespeare
Solo un exceso es recomendable en el mundo: el exceso de gratitud.Autor: Jean de la Bruyére
Esto que sigue fue tomado de la Parashat Vaerá
Gratitud: La Mejor de Nuestras Cualidades
Cuando D'os le pidió a Moshé que regresara a Egipto y representara al pueblo ante el Faraón, al principio Moshé se negó a dicha petición, utilizando el argumento de que él no era la persona indicada, debido a su deficiencia en el habla. D'os le prometió que su hermano Aharón sería su boca: "Y dijo Moisés a D'os: Te ruego, D'os! No soy hombre de palabras ni desde ayer ni desde anteayer, desde mucho tiempo, ni desde que hablaste a tu siervo, sino que soy lento de boca y lento de lengua. Y D'os le dijo: ¿Quién le dio la boca al hombre? O ¿quién le hace mudo o sordo, vidente o ciego? ¿Acaso no soy Yo, el Eterno? Y ahora ve y Yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar. Y él dijo: ¡Por favor, D'os! Envía, te ruego, por mano de otro que quieras enviar. Y se encendió la ira de D'os contra Moisés y le dijo: Por cierto, Aharón, el levita, tu hermano, se que él puede hablar bien. Además, he aquí que sale a recibirte, y al verte se regocijará en su corazón. Tú le hablarás a él y pondrás las palabras en su boca, y Yo estaré con tu boca y con su boca y os enseñaré lo que habéis de hacer, y él hablará por tu orden al pueblo, y él te servirá a ti como boca, y tú le servirás a él de señor" (Exodo 4; 10-16).
Finalmente, Moshé aceptó la misión entendiendo que él manejaría toda la política, y de la conversación con el Faraón se encargaría Aharón ante su presencia.
Sorprendentemente, cuando D'os le ordena a Moshé acerca de la primera plaga - la sangre - le dice: "Y D'os dijo a Moisés y Aharón: Toma tu vara y extiende tu mano sobre las aguas de Egipto, sobre sus ríos, sobre sus canales y sobre sus lagunas y sobre todos sus depósitos de aguas, para que se conviertan en sangre; y habrá sangre en toda la tierra de Egipto, así como en las vasijas de madera y las de piedra" (Exodo 7;19).
De la misma manera, sucedió en la plaga de las ranas: "Y dijo D'os a Moisés: Di a Aharón: Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, sobre los canales y sobre las lagunas, y haz subir las ranas sobre la tierra de Egipto" (Exodo 8;1). Y de igual forma en la tercera plaga: "Y dijo D'os a Moisés: Di a Aharón: Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra, para que hayan piojos por toda la tierra de Egipto" (Exodo 8;12).
¿Por qué en estas plagas D'os le ordenó a Moshé que Aharón golpeara al río y a la tierra, si Moshé era el que debía manejar todo?
Nuestros sabios explican, que Moshé tenía un compromiso con el Río Nilo y con la tierra de Egipto, ya que cada uno de éstos, le ayudaron a él en su respectivo momento. El río, es el que salvó a Moshé cuando lo pusieron en la canasta teniendo apenas 3 meses de nacido, y lo dejaron flotando sobre el agua; y la tierra, le ayudó cuando mató al hombre egipcio y escondió el cadáver cubriéndolo con tierra.
Es por eso, que D'os ordenó que sea Aharón quién debía golpearlos, ya que Moshé debía ser agradecido con éstos, por lo que no podía golpearlos.
La pregunta que inmediatamente nos surge es: ¿Por qué se requiere tenerle gratitud al agua y a la tierra? ¿Acaso éstos sienten algo?
Se supone que la gratitud es un deber nuestro con los que nos han hecho favores para que ellos se sientan bien, pero elementos inanimados como el agua y la tierra, no se sienten ni bien, ni mal, con mi gratitud o sin ella.
De aquí podemos deducir, que el punto de vista de la Torá, referente a la gratitud, es diferente. La gratitud no es para el que me hizo el favor! La gratitud es obligación de uno para con uno mismo!
La persona que recibe un favor de alguien o de algo, debe de reconocer y agradecer este favor de alguna manera, para desarrollar su propia sensibilidad y para que se acreciente en él, un sentimiento de gratitud cada vez más fuerte. Es por ello, que hay que agradecer, aun al agua y a la tierra, para que no se debilite ese sentimiento de gratitud.
La razón de darle tanta importancia a los sentimientos de gratitud, es porque todo el trabajo espiritual, para el cual vinimos a este mundo, es recordar, reconocer y agradecerle a D'os por todo lo que hay en el mundo, ya que todo existe gracias a Él. Y para que a uno no se le olvide, en ningún momento, su obligación de agradecerle a D'os, tenemos que desarrollar y sensibilizar constantemente este sentimiento. Ojalá no olvidemos nunca esta obligación con D'os, con la gente y hasta con los demás elementos existentes en el mundo.

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Honestidad, Puntualidad, Responsabilidad


LA HONESTIDAD
Es aquella cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia (dando a cada quien lo que le corresponde, incluida ella misma).
Ser honesto es ser real, acorde con la evidencia que presenta el mundo y sus diversos fenómenos y elementos; es ser genuino, auténtico, objetivo. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, que, como nosotros, "son como son" y no existe razón alguna para esconderlo. Esta actitud siembra confianza en uno mismo y en aquellos quienes están en contacto con la persona honesta.
La honestidad no consiste sólo en franqueza (capacidad de decir la verdad) sino en asumir que la verdad es sólo una y que no depende de personas o consensos sino de lo que el mundo real nos presenta como innegable e imprescindible de reconocer.
Lo que no es la honestidad:
- No es la simple honradez que lleva a la persona a respetar la distribución de los bienes materiales. La honradez es sólo una consecuencia particular de ser honestos y justos.
- No es el mero reconocimiento de las emociones "así me siento" o "es lo que verdaderamente siento". Ser honesto, además implica el análisis de qué tan reales (verdaderos) son nuestros sentimientos y decidirnos a ordenarlos buscando el bien de los demás y el propio.
- No es la desordenada apertura de la propia intimidad en aras de "no esconder quien realmente somos", implicará la verdadera sinceridad, con las personas adecuadas y en los momentos correctos.
- No es la actitud cínica e impúdica por la que se habla de cualquier cosa con cualquiera… la franqueza tiene como prioridad el reconocimiento de la verdad y no el desorden.
Hay que tomar la honestidad en serio, estar conscientes de cómo nos afecta cualquier falta de honestidad por pequeña que sea… Hay que reconocer que es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y la auténtica vida comunitaria. Ser deshonesto es ser falso, injusto, impostado, ficticio. La deshonestidad no respeta a la persona en sí misma y busca la sombra, el encubrimiento: es una disposición a vivir en la oscuridad. La honestidad, en cambio, tiñe la vida de confianza, sinceridad y apertura, y expresa la disposición de vivir a la luz, la luz de la verdad.
LA PUNTUALIDAD
El valor que se construye por el esfuerzo de estar a tiempo en el lugar adecuado.
El valor de la puntualidad es la disciplina de estar a tiempo para cumplir nuestras obligaciones: una cita del trabajo, una reunión de amigos, un compromiso de la oficina, un trabajo pendiente por entregar.
El valor de la puntualidad es necesario para dotar a nuestra personalidad de carácter, orden y eficacia, pues al vivir este valor en plenitud estamos en condiciones de realizar más actividades, desempeñar mejor nuestro trabajo, ser merecedores de confianza.
La falta de puntualidad habla por sí misma, de ahí se deduce con facilidad la escasa o nula organización de nuestro tiempo, de planeación en nuestras actividades, y por supuesto de una agenda, pero, ¿qué hay detrás de todo esto?
Muchas veces la impuntualidad nace del interés que despierta en nosotros una actividad, por ejemplo, es más atractivo para un joven charlar con los amigos que llegar a tiempo a las clases; para otros es preferible hacer una larga sobremesa y retrasar la llegada a la oficina. El resultado de vivir de acuerdo a nuestros gustos, es la pérdida de formalidad en nuestro actuar y poco a poco se reafirma el vicio de llegar tarde.
En este mismo sentido podríamos añadir la importancia que tiene para nosotros un evento, si tenemos una entrevista para solicitar empleo, la reunión para cerrar un negocio o la cita con el director del centro de estudios, hacemos hasta lo imposible para estar a tiempo; pero si es el amigo de siempre, la reunión donde estarán personas que no frecuentamos y conocemos poco, o la persona –según nosotros- representa poca importancia, hacemos lo posible por no estar a tiempo, ¿qué mas da...?
Para ser puntual primeramente debemos ser conscientes que toda persona, evento, reunión, actividad o cita tiene un grado particular de importancia. Nuestra palabra debería ser el sinónimo de garantía para contar con nuestra presencia en el momento preciso y necesario.
Otro factor que obstaculiza la vivencia de este valor, y es poco visible, se da precisamente en nuestro interior: imaginamos, recordamos, recreamos y supuestamente pensamos cosas diversas a la hora del baño, mientras descansamos un poco en el sofá, cuando pasamos al supermercado a comprar "sólo lo que hace falta", en el pequeño receso que nos damos en la oficina o entre clases... pero en realidad el tiempo pasa tan de prisa, que cuando "despertamos" y por equivocación observamos la hora, es poco lo que se puede hacer para remediar el descuido.
Un aspecto importante de la puntualidad, es concentrarse en la actividad que estamos realizando, procurando mantener nuestra atención para no divagar y aprovechar mejor el tiempo. Para corregir esto, es de gran utilidad programar la alarma de nuestro reloj o computadora (ordenador), pedirle a un familiar o compañero que nos recuerde la hora (algunas veces para no ser molesto y dependiente), etc., porque es necesario poner un remedio inmediato, de otra forma, imposible.
Lo más grave de todo esto, es encontrar a personas que sienten "distinguirse" por su impuntualidad, llegar tarde es una forma de llamar la atención, ¿falta de seguridad y de carácter? Por otra parte algunos lo han dicho: "si quieren, que me esperen", "para qué llegar a tiempo, si...", "no pasa nada...", "es lo mismo siempre". Estas y otras actitudes son el reflejo del poco respeto, ya no digamos aprecio, que sentimos por las personas, su tiempo y sus actividades
Para la persona impuntual los pretextos y justificaciones están agotados, nadie cree en ellos, ¿no es tiempo de hacer algo para cambiar esta actitud? Por el contrario, cada vez que alguien se retrasa de forma extraordinaria, llama la atención y es sujeto de toda credibilidad por su responsabilidad, constancia y sinceridad, pues seguramente algún contratiempo importante ocurrió..
Podemos pensar que el hacerse de una agenda y solicitar ayuda, basta para corregir nuestra situación y por supuesto que nos facilita un poco la vida, pero además de encontrar las causa que provocan nuestra impuntualidad (los ya mencionados: interés, importancia, distracción), se necesita voluntad para cortar a tiempo nuestras actividades, desde el descanso y el trabajo, hasta la reunión de amigos, lo cual supone un esfuerzo extra -sacrificio si se quiere llamar-, de otra manera poco a poco nos alejamos del objetivo.
La cuestión no es decir "quiero ser puntual desde mañana", lo cual sería retrasar una vez más algo, es hoy, en este momento y poniendo los medios que hagan falta para lograrlo: agenda, recordatorios, alarmas...
Para crecer y hacer más firme este valor en tu vida, puedes iniciar con estas sugerencias:
- Examínate y descubre las causas de tu impuntualidad: pereza, desorden, irresponsabilidad, olvido, etc.
- Establece un medio adecuado para solucionar la causa principal de tu problema (recordando que se necesita voluntad y sacrificio): Reducir distracciones y descansos a lo largo del día; levantarse más temprano para terminar tu arreglo personal con oportunidad; colocar el despertador más lejos...
- Aunque sea algo tedioso, elabora por escrito tu horario y plan de actividades del día siguiente. Si tienes muchas cosas que atender y te sirve poco, hazlo para los siguientes siete días. En lo sucesivo será más fácil incluir otros eventos y podrás calcular mejor tus posibilidades de cumplir con todo. Recuerda que con voluntad y sacrificio, lograrás tu propósito.
- Implementa un sistema de "alarmas" que te ayuden a tener noción del tiempo (no necesariamente sonoras) y cámbialas con regularidad para que no te acostumbres: usa el reloj en la otra mano; pide acompañar al compañero que entra y sale a tiempo; utiliza notas adheribles...
- Establece de manera correcta tus prioridades y dales el lugar adecuado, muy especialmente si tienes que hacer algo importante aunque no te guste.
Vivir el valor de la puntualidad es una forma de hacerle a los demás la vida más agradable, mejora nuestro orden y nos convierte en personas digna de confianza.
LA RESPONSABILIDAD
La responsabilidad (o la irreponsabilidad) es fácil de detectar en la vida diaria, especialmente en su faceta negativa: la vemos en el plomero que no hizo correctamente su trabajo, en el carpintero que no llegó a pintar las puertas en el día que se había comprometido, en el joven que tiene bajas calificaciones, en el arquitecto que no ha cumplido con el plan de construcción para un nuevo proyecto, y en casos más graves en un funcionario público que no ha hecho lo que prometió o que utiliza los recursos públicos para sus propios intereses.
Sin embargo plantearse qué es la responsabilidad no es algo tan sencillo. Un elemento indispensable dentro de la responsabilidad es el cumplir un deber. La responsabilidad es una obligación, ya sea moral o incluso legal de cumplir con lo que se ha comprometido.
La responsabilidad tiene un efecto directo en otro concepto fundamental: la confianza. Confiamos en aquellas personas que son responsables. Ponemos nuestra fe y lealtad en aquellos que de manera estable cumplen lo que han prometido.
La responsabilidad es un signo de madurez, pues el cumplir una obligación de cualquier tipo no es generalmente algo agradable, pues implica esfuerzo. En el caso del plomero, tiene que tomarse la molestia de hacer bien su trabajo. El carpintero tiene que dejar de hacer aquella ocupación o gusto para ir a la casa de alguien a terminar un encargo laboral. La responsabilidad puede parecer una carga, y el no cumplir con lo prometido origina consecuencias.
¿Por qué es un valor la responsabilidad? Porque gracias a ella, podemos convivir pacíficamente en sociedad, ya sea en el plano familiar, amistoso, profesional o personal.
Cuando alguien cae en la irresponsabilidad, fácilmente podemos dejar de confiar en la persona. En el plano personal, aquel marido que durante una convención decide pasarse un rato con una mujer que recién conoció y la esposa se entera, la confianza quedará deshecha, porque el esposo no tuvo la capacidad de cumplir su promesa de fidelidad. Y es que es fácil caer en la tentación del capricho y del bienestar inmediato. El esposo puede preferir el gozo inmediato de una conquista, y olvidarse de que a largo plazo, su matrimonio es más importante.
El origen de la irresponsabilidad se da en la falta de prioridades correctamente ordenadas. Por ejemplo, el carpintero no fue a pintar la puerta porque llegó su "compadre" y decidieron tomarse unas cervezas en lugar de ir a cumplir el compromiso de pintar una puerta. El carpintero tiene mal ordenadas sus prioridades, pues tomarse una cerveza es algo sin importancia que bien puede esperar, pero este hombre (y tal vez su familia), depende de su trabajo.
La responsabilidad debe ser algo estable. Todos podemos tolerar la irresponsabilidad de alguien ocasionalmente. Todos podemos caer fácilmente alguna vez en la irresponsabilidad. Empero, no todos toleraremos la irresponsabilidad de alguien durante mucho tiempo. La confianza en una persona en cualquier tipo de relación (laboral, familiar o amistosa) es fundamental, pues es una correspondencia de deberes. Es decir, yo cumplo porque la otra persona cumple.
El costo de la irresponsabilidad es muy alto. Para el carpintero significa perder el trabajo, para el marido que quiso pasarse un buen rato puede ser la separación definitiva de su esposa, para el gobernante que usó mal los recursos públicos puede ser la cárcel.
La responsabilidad es un valor, porque gracias a ella podemos convivir en sociedad de una manera pacífica y equitativa. La responsabilidad en su nivel más elemental es cumplir con lo que se ha comprometido, o la ley hará que se cumpla. Pero hay una responsabilidad mucho más sutil (y difícil de vivir), que es la del plano moral.
Si le prestamos a un amigo un libro y no lo devuelve, o si una persona nos deja plantada esperándole, entonces perdemos la fe y la confianza en ella. La pérdida de la confianza termina con las relaciones de cualquier tipo: el chico que a pesar de sus múltiples promesas sigue obteniendo malas notas en la escuela, el marido que ha prometido no volver a emborracharse, el novio que sigue coqueteando con otras chicas o el amigo que suele dejarnos plantados. Todas esta conductas terminarán, tarde o temprano y dependiendo de nuestra propia tolerancia hacia la irresponsabilidad, con la relación.
Ser responsable es asumir las consecuencias de nuestra acciones y decisiones. Ser responsable también es tratar de que todos nuestros actos sean realizados de acuerdo con una noción de justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos.
Los valores son los cimientos de nuestra convivencia social y personal. La responsabilidad es un valor, porque de ella depende la estabilidad de nuestras relaciones. La responsabilidad vale, porque es difícil de alcanzar.
¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra responsabilidad?
El primer paso es percatarnos de que todo cuanto hagamos, todo compromiso, tiene una consecuencia que depende de nosotros mismos. Nosotros somos quienes decidimos.
El segundo paso es lograr de manera estable, habitual, que nuestros actos correspondan a nuestras promesas. Si prometemos "hacer lo correcto" y no lo hacemos, entonces no hay responsabilidad.
El tercer paso es educar a quienes están a nuestro alrededor para que sean responsables. La actitud más sencilla es dejar pasar las cosas: olvidarse del carpintero y conseguir otro, hacer yo mismo el trabajo de plomería, despedir al empleado, romper la relación afectiva. Pero este camino fácil tiene su propio nivel de responsabilidad, porque entonces nosotros mismos estamos siendo irresponsables al tomar el camino más ligero. ¿Qué bien le hemos hecho al carpintero al despedirlo? ¿Realmente romper con la relación era la mejor solución? Incluso podría parecer que es "lo justo" y que estamos haciendo "lo correcto". Sin embargo, hacer eso es caer en la irresponsabilidad de no cumplir nuestro deber y ser iguales al carpintero, al gobernante que hizo mal las cosas o al marido infiel. ¿Y cual es ese deber? La responsabilidad de corregir.
El camino más difícil, pero que a la larga es el mejor, es el educar al irresponsable. ¿No vino el carpintero? Entonces, a ir por él y hacer lo que sea necesario para asegurarnos de que cumplirá el trabajo. ¿Y el plomero? Hacer que repare sin costo el desperfecto que no arregló desde la primera vez. ¿Y con la pareja infiel? Hacerle ver la importancia de lo que ha hecho, y todo lo que depende de la relación. ¿Y con el gobernante que no hizo lo que debía? Utilizar los medios de protesta que confiera la ley para que esa persona responda por sus actos.
Vivir la responsabilidad no es algo cómodo, como tampoco lo es el corregir a un irresponsable. Sin embargo, nuestro deber es asegurarnos de que todos podemos convivir armónicamente y hacer lo que esté a nuestro alcance para lograrlo.
¿Qué no es fácil? Si todos hiciéramos un pequeño esfuerzo en vivir y corregir la responsabilidad, nuestra sociedad, nuestros países y nuestro mundo serían diferentes.
Sí, es difícil, pero vale la pena.

Si quieres hacer algún donativo para que podamos compartir siempre muchas enseñanzas de la Torá y nuestros sabios, con gusto pueden hacerlo a través de paypal a shirleydobin@gmail.com, o a la cuenta en México a nombre de Shirley Dobin Rosenthal banco HSBC: 4012921490 clabe de transferencia 021180040129214908
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Valores Humanos


La crisis humana y mundia de hoy en dia es fundamentalmente espiritual y, como tal, pone a prueba el caracter y la intencion de todos los hombres y mujeres.
Se nos brinda la oportunidad de reevaluar los valores que aceptamos como normas personales de conducta

El Señor esta cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza. Salmos 34, 18.


¿QUÉ SON LOS VALORES?
Los valores son creencias o convicciones de que algo es preferible y digno de aprecio.
Una actitud es una disposición a actuar de acuerdo a determinadas creencias, sentimientos y valores. A su vez las actitudes se expresan en comportamientos y opiniones que se manifiestan de manera espontánea.

CLASIFICACIÓN DE LOS VALORES
Valores Morales:
Perfeccionan al hombre en sí mismo, en su esencia como persona.
Por ejemplo: justicia, templanza, fortaleza, prudencia.Valores Sociales: Perfeccionan al hombre en su relación con los demás.
Por ejemplo: amabilidad, honestidad, servicio, solidaridad, patriotismo
Valores Intelectuales:
Perfeccionan al hombre en su aspecto, razón, intelecto, memoria.
Ejemplo: ciencia, conocimiento, sabiduría. Dentro de esta clase. Podemos mencionar los relacionados con el arte.
Valores Técnicos:
Perfeccionan al hombre ayudando a tener mejores condiciones de vida.
Por ejemplo: estudio, organización, trabajo, creatividad.
Valores Vitales:
Perfeccionan al hombre en su aspecto fisiológico. Por ejemplo: agilidad, fuerza, salud, deporte, placer, ejercicio.
DESCUBRIR LA CAPACIDAD DE VIVIR LOS VALORES
Todas las personas tenemos valores por naturaleza:
valores innatos, regalos incluidos en nuestros genes desde antes de nacer, pero que están en semillas pequeñas que debemos:
Valores innatos, descubrir y ejercitar.
También, existen otros valores que requieren aprendizaje y arduo trabajo para hacerlos nuestro. Analicemos el caso de una persona tímida: regularmente, estas personas son reservadas, no cometen errores como “hablar de más”.
Éste será su valor innato, pero a esta misma persona le será difícil expresar sus ideas y sentimientos: éstos son los valores que tendrá que asimilar con más esfuerzo y procesarlos de la siguiente manera:
Aprender
Asimilar
Vivir
Cuando una persona vive los valores es más querida por la gente que la rodea, ya que vivir en los valores es olvidarse un poco de sí mismo y tener en cuenta las necesidades de los demás y, en esta medida, la vida, tenga sentido.

La amistad nace con una sonrisa,
crece con una ilusión,
aumenta con la esperanza
y se mantiene en el corazón.
Valores que desarrolla la amistadLa amistad es un bien humano y a su vez, ocasión para desarrollar muchas virtudes humanas, porque crea una armonía de sentimientos y gustos que prescinde del amor de los sentidos, pero, en cambio, desarrolla hasta grados muy elevados, e incluso hasta el heroísmo, la dedicación del amigo al amigo.
Creemos que los encuentros dan ocasión a almas nobles y virtuosas para gozar de esta relación humana que se llama amistad. Lo cual supone y desarrolla la generosidad, el desinterés, la simpatía, la solidaridad y, especialmente, la posibilidad de mutuos sacrificio.
Beneficios
La seguridad de encontrar comprensión, interés, atención les moverá a abrir su corazón confiadamente, con la seguridad de que se les quiere, de que se está dispuesto a ayudarles.
Y esto, mientras realizamos nuestras tareas normales de todos los días, procurando ser, y llevar nuestros valores muy en alto en la profesión o en el estudio, fomentando siempre la amistad, estando abiertos al trato y al afecto con todos, impulsados por la caridad, teniendo a D..s presente, no nos faltara el amor.

El paternalismo, los modelos fáciles que proyecta la tele y un falso mito de igualdad” hacen difícil animar a padres e hijos a esforzarse, dice el profesor de Filosofía

Educar en valores no es tarea fácil dados los tiempos que corren.
Transmitir a nuestros hijos, por ejemplo, la idea de que el esfuerzo es necesario para su formación integral, para construir su personalidad, se estrella en demasiadas ocasiones con el modelo de sociedad que proyectan los medios de comunicación -especialmente la televisión- y fomentan incluso las administraciones.
Se trata de un modelo basado en no renunciar a nada, vivir sin complicarse la vida y esquivar el esfuerzo, que es la mejor forma de medir la felicidad en términos de placer inmediato, aunque lleve aparejados la pereza, el egoísmo y, a la larga, el fracaso.

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